domingo, 6 de diciembre de 2009

Aun estando cerca


Por ese presentimiento, que es mas bien osmosis. Por ese saber, el sexto o septimo sentido que desarrollamos cuando todos somos uno, podemos calcular, sobreexaltarnos, estar a la expectativa, emocionarnos. Suspiros con picazon en el pecho. Y la espera que se convierte en castigo del pre-sentir. Aun, teniendo esa gente linda cerca, el porvenir de la despedida se convierte en gotas de amargura dulce. Amargo: el adios. Dulce: lo que queda. Que hacer cuando llegue el dia del desprendimiento? Sera final? Sera completo? Aun estando ellos cerca, se siente ya lejos. Ya extrano. Ya todos somos uno. Les ruego que no se vayan del todo. Que nos miremos a los ojos. Que imprimamos los rostros en nuestro corazon. Que saboreen la saledad de la ultima lagrima pensando en lo que dejan. Y que miren para atras tanto como hacia el futuro. Ya todos somos uno, interminable. Jamas olviden esa parte de ustedes que sembraron en la Nueva Tierra. Aqui les esperaremos siempre, con el fruto de su carino en nuestras manos, con el presentimiento de que durara eternamente.

Elena, Maria, Laura, Alba, Carlos (Espana); Lolis, Ernesto, Misael (Mexico) les queremos como familia.

martes, 13 de octubre de 2009

Virginia en Washington


Notese el origen de la palabra "Virginia": "de la virgen", un notable juego etimologico con mi propio nombre "Mariana", tambien "de la virgen". Virginia del Norte queda a tan solo 15 minutos de Washington D.C.-en coche-, a 45 de George Town -en coche y perdiendose insolitamente con un GPS llamado caseramente Gertrudis-. Cualquiera que viaje a Washington para salir en George Town creera que es virgen, en mas de un sentido. Salir a comer es encontrarse con un tumulto en la vereda, es comer literalmente en la calle, con una Jumbo slice de pizza que, para interiorizarse un poco mas, equivale a una pizza o calzzone entero de Uruguay, Argentina, Espana, Ecuador, Venezuela, resto del mundo. Pero en Estados Unidos de Norteamerica, es solo una gran porcion. Es un colesterol mas al dia. Jamas habreis probado locura hasta haber pisado George Town. Jamas sabran lo que es toparse con la gente hasta haber zigzagueado en una vereda angosta de George Town. A no ser que hayas vivido en China, y que hayas encontrado afro americanos en el camino. Se quedan inmoviles. Hay que sortearlos, al tiempo que haces lo mismo con los mozaicos de mozzarella, despreciados por el plato descartable de los comenzales.
En fin, como toda virgen metrocitadina, mis amigas y yo nos perdimos cuando fuimos en auto. Y volvimos a perdernos cuando fuimos en metro. A la vuelta, tambien tomamos una linea equivocada. En el ultimo metro de regreso a la estacion de taxis, caimos rendidas en los asientos. Mire hacia afuera: las paradas han sido cerradas con cristales. Me alegra saber que no morire en invierno, cuando todo este tan blanco que no distinga el suelo, los arboles, ni mi propio cuerpo arropado frente al espejo. Mire hacia el techo: avisos en el techo!!! La gente lee cualquier cosa, aun cuando mira hacia el techo, no puedes pensar en paz. Me cubro un poco con la bufanda. Es turno de mirar hacia el suelo. La chica de enfrete calza Havaianas (que nunca pasaran de moda, lo asumo). Y no se por que, pero ya no me parece tan raro. Lo acepto. Los odio. Odio que ellos disfruten el clima y que yo este muriendo. Extrano maldecir el clima Uruguayo, que no es tan terrible cuando cae helada. Extrano los alfajores. Extrano otras cosas. Pero los alfajores!!! Y el asado!!! Y el sabor en general!!! Supongo que no queda mas que resignarse a los vacios y diferencias, en lugar de sufrir la anoranza de la cultura autoctona en cada recuerdo. Ese es el romance del viaje, de la aventura. Sentirse tan inmaculada en cada nueva experiencia, tan perdida en una nueva cultura, que todo lo sencillo se multiplique a lo extraordinario, a lo maravilloso, o lo doliente.

pd: en la foto, la otra cara de la experiencia: el Jazz en vivo. Unico. Maravilloso.

jueves, 1 de octubre de 2009

Montana de cosas


Desde los acantilados hasta el primer dia de clase: Un D+ en el primer examen, una familia D+ los jueves en la tarde, estudiar horas extra en la biblioteca por culpa de las charlas supraintelectuales (de planes, bizcochos uruguayos, y bizcochos para los espanoles y el resto de Sudamerica).

Desde las fiestas patrias hasta la compra de ropa para invierno: el dinero se va en abrigo y comida decente. Baker's y sus papas fritas ya no parecen fenomenales. Y el tequila... y el Ron. Viva Mexico.

Desde el segundo periodo de examenes hasta Mountain Day: las semanas pasan volando, mientras el viento se levanta con fuerza (y rechina los oidos). Las faltas gramaticales se esfuman. Etapa de anioro -lease como enie- del asado y tortas fritas. Sesiones de masaje en cadena. Sueno en ingles y hablo en voz alta. Mi companera de habitacion que muda su colchon para el living. El cumpleanos de Cait. Cirque Du Soleil. Expectativa de Mountain Day. Memories y el Karaoke que no respeta los dias de entresemana. Mountain Day (se termina la mentira y el entusiasmo). Cumpleanos de Cait otra vez. Emigracion hacia Virginia del Norte (Mas ropa de invierno?). La tarjeta de credito de papa viene adelgazando. Subi un kilo en un mes. Cuesta bajar. Cuesta. Pero ni siquiera a mi me importa.


PD: MIrad la foto. Felicidad, felicidad. Alegria, Alegria. Imperdible.

lunes, 31 de agosto de 2009

Out of service




No hay como perderse. Las seniales estan por todos lados. Si tu puerta tiene el picaporte roto, habra un cartel que verse "Out of service". Y a nadie se le ocurrira entrar a curiosear, o a tomar prestadas tus cosas para siempre. Quedan pocos lugares asi en el mundo. Aqui, los Amish salen a la luz y venden fruta, la gente respeta las seniales de transito, los kilometros se reducen en efectivas millas, y el gasto de hablar por celular se comparte (nadie pretende que te quedes sin saldo). Al principio me parecia un robo, pero he comprendido que se trata de una naturaleza un poco mas coherente (todos pierden, todos ganan?).
La naturaleza de las cosas siempre me sorprende, mas que nada, la naturaleza misma. El acantilado queda a diez minutos -a paso lento- y un yuyal de distancia. El sabado me toco guiar la manada (esencialmente iberoamericana) que se rezago el jueves, o que no sabia de la existencia de tan maravilloso lugar. El jueves fuimos acompaniados de Jeff y Nathan, pero era de noche. Apenas se pudo percibir la grandeza del lugar, un sin piso profundo y palpable que alimentaba el eco del tren del este, aproximadamente de unos dos kilometros y medio de largo. Nuestros pies se adormecieron en su paso. Nada comparable. El sabado, despues de la Lobsterfest, encaminamos nuestros estomagos pesados hasta el mismo declive. El atardecer vistio el paisaje a la perfeccion. Abdis (Marruecos) encendio un cigarrillo y colgo sus pies en el altar del Rey Leon. Karla (Honduras) poso para varias camaras, y el resto le sucedio en el pedestal panoramico. Razma (Afganistan) confeso haber danzado sobre el cielo, o algo asi. Pude imaginarme las nubes un tanto mas cerca que de costumbre. Varios grupos llegaron a la hora en que decidimos partir a casa. A nadie se le ocurrio tirar basura hacia abajo, o arrancar ramas para jugar al chicotazo. Nadie espera encontrar carteles alli (solo la naturaleza pura y exquisita), pero las seniales estan escritas: aqui termina la ley del hombre, lo descriptible. Una maravilla mas del otro lado del mundo.

jueves, 20 de agosto de 2009

La familia no es americana



Nadie se vuelve completamente "americano". Pero cuando llegas a este pais, dudas un tiempo. Te dan ganas de hacer todo lo que ellos. "You have to try Wendy's", y yo contesto "ok, of course!", aunque no sepa exactamente a que (tilde) se refiere. Todos caminan en manadas. Hay muchos blondos locales con paso de mastodonte. Los japoneses circulan cabizbajos. Susurran porque son invitados. Nosotros (los habla hispana) somos los lideres de la tribu salvaje. Seguimos el flujo humano, pero marchamos alerta. Los americanos recien llegados se paran frente a ti un buen rato solo para escuchar tu acento, tu risa, y se sonrien. Se alteran un poco cuando hacemos chistes. Hablamos tan alto que entienden por osmosis, como si las palabras les golpearan. Todo el mundo sabe que se aprende a golpes. Por algo le llaman "choque cultural". Despues, uno se adapta (al menos, eso se dice por ahi).
Manana llevo el mate a la Universidad. Y mis documentos, por si la policia me pregunta que clase de hierbas bebo. Les dire que "de la nuena", y alla ellos. Hoy me limite a tomar helado, para calmar el calor de estomago apenas soportable. Y apagar el fuego (hoy prepare comida china. Tuvo exito). Esa fue mi despedida de la familia Husler que, amablemente, me hospedo en su casa esta semana. Me alimentaron con alta cocina italiana (la familia de Lisa proviene de Italia), me instruyeron un poco en aleman (por el origen de Jay), y aprendi sobre dibujitos japoneses (Jack y Max son expertos). A veces se siente como si estuviera en varias partes al mismo tiempo: aca, alla, por ahi, lejos, cerca. Estoy en todos lados.

PD: Arriba: Max y Jay, Jack y Lisa.

lunes, 17 de agosto de 2009

Me pican los piques


Ya se que es lo que mas me pica: la falta de enies y tildes en este tablero yankee. Sabran perdonar este tipo de cosas (no se hagan las zotas, todo el mundo escribe mal, al menos en facebook). Los que no, aprenderan con paciencia. Mencione que les escribo desde una Mac ultimo modelo con super pantalla? (tampoco tengo el primer signo de interrogacion).
La familia Husler me hospeda amablemente en su casa, al menos por esta semana, hasta mudarme al campus universitario. No estoy mucho tiempo en la casa. Hay mucho para hacer en la Universidad de Juniata. Jay & Lisa, y sus hijos, Jack & Max, viven en una colina en las afueras de Huntingdon, Pennsylvania. Son personas muy amables, un buen ejemplo de familia para estudiantes de cualquier parte del mundo. La familia de Lisa viene de Italia. Le encanta la pasta y cocina muy bien. Tengo pan casero entre los dientes. Jay es escritor y profesor de biologia. Sabe de cine y de todo un poco. Hablo mucho con ellos y me sorprende lo abiertos que son. Ademas, dedican una hora de la noche a mirar dibujitos de Bugs Bunny con sus hijos, y dos horas de lectura en la cama (Harry Potter, y cuentos interesantes).
Hoy, en la Universidad, conoci cerca de veinte estudiantes de intercambio y becados como yo, japoneses la mayoria, algun chino y pocos sudamericanos. En la sesion de orientacion cultural aprendimos un juego de cartas, parecido a Corazones -ese juego que todo el mundo tiene en los ordenadores-, solo que los piques tenian mayor peso y los aces no sirven para nada. Era un juego en equipo, y los ganadores se cambiaban de mesa para competir con otros. Habia que inventarse senias. Pense en utilizar las muecas del truco, pero preferi reservar mi dignidad por un tiempo. Al final, se hizo una especie de charla grupal para escuchar la opinion de todos acerca de las cosas que sucedian cuando los grupos cambiaban de mesa. Una especie de metafora acerca de nuestra llegada a los Estados Unidos, las posibles repercusiones, causas, puntos de vista, reacciones primarias, etc. Las reglas cambiaban en todas las mesas. A veces lograba imponer las mias. Logre convencer a un mejicano de que estaba haciendo trampa con las cartas. En fin, las distancias culturales se sintieron al instante, pero todos nos sentiamos igual. Fue una gran experiencia. Hay que admitir que los estadounidenses saben recibir a los estudiantes, y tienen la capacidad de sorprenderte con cada actividad que organizan. Siempre es mas de lo que imaginas. Y mas simple. Y mas moldeable. Creo que estoy en una etapa de fascinacion, o algo asi. Pero anioro mi pais cuando encuentro coincidencias o vacios, o extraniezas. La gente esquiva los besos, se acuesta temprano, no miran television argentina, y los corazones valen menos que los piques. Y la carne es de mentira. Ya sabre perdonar algunas cosas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Y se va la cuarta


La gente hace cosas de las que se arrepiente un poco... no del todo. Por algo las hace. Probé mi "talento artístico" para meter la pata y hacer el ridículo para divertir a los demás. Me gané una entrada en la Sala Zitarroza de Montevideo para escuchar la Sinfónica de Tambores (el ticket terminó arriba de la estufa en casa, en el pedestal máximo de mi familia). Circula una versión no tan vergonzosa en Facebook, el clip bertonense que dedica su esfuerzo a dejarme lo mejor posible en mi súper actuación en el escenario, al compás de La Bifurcada, banda sonora hecha a mi medida. Esa fue en mi cuarta despedida. Al día siguiente, las amigas de mi madre y mis cuñadas me organizaron una "comilona" fabulosa. El domingo hubo partida doble: mi padre abrió la bodeguita familiar para acompañar una paella como Dios manda. En estado semialcohólico (reforzado con una sacudida del ómnibus de regreso a Montevideo), volví a la capital a disfrutar de un seminario de lectura, de la llegada de un amigo, de la compañía de gente que aprecio mucho. La última semana no ha terminado. Aún llegan invitaciones, porciones exageradas de comida y bebida a mi estómago, amigos con brazos largos y mails de la Embajada. Tengo ganas de que esta etapa no termine nunca, pero no sé cuánto más va a aguantar mi sistema digestivo. Ay. Espero no arrepentirme cuando me pruebe la ropa que empaqué.

jueves, 6 de agosto de 2009

Despedida sorpresa


Todos corren en la gran casa. Hay alboroto por la Colecta Nacional de Un techo para mi País, la gran tarea del año. Lu y yo estamos indignadas frente a la compu. Las palabras oficiales de la Separata para El País no salen con facilidad. La gente invade el territorio, nos arrinconamos contra la pared, sentadas en el piso. Los de Habilitación Social entran y salen. Ése era su espacio unas horas antes. Flo y Popi sentencian: "Estamos cansadas. Vamos a casa a terminar todo esto". Las cuatro viajamos en el Popi Express, pero apenas paramos en casa. "Hay que llevar un par de cosas por lo de la Separata". El viaje por la rambla fue ameno. De pronto, paramos en una estación de servicio. "Tápense los ojos", dijo seria Flo. Las dos, Lu y yo -sonrientes-, nos cubrimos los ojos con bufandas. Caminamos a ciegas, guiadas por hombros parlantes y pasos cortitos, seguros. "¡¡Sorpresa!!", gritó nuestro grupo de amigos y compañeros de Comunicación. Nos abrazamos, pedimos pizza, Lu y yo llamamos a nuestra gente para avisar que volveríamos inesperadamente tarde.

Lu se va a Los Ángeles a cursar toda la carrera de Comunicación. Confiesa que se ha puesto sensible estos últimos días. Está feliz, pero deja muchas cosas. Nos hacen de nuevo esa pregunta, la que todo el mundo plantea para ver qué cara ponés. "El amor supera la distancia, pero puede pasar cualquier cosa", dice alguien. No queda más que asentir. Me quedo con la duda de contestar lo de siempre. Arriesgo a decir mi molestia por esa pregunta, por los comentarios/suposiciones de otra gente inoportuna. En el fondo, entiendo que las dos elegimos un camino difícil, que se arriesga mucho, pero que se gana mucho más. Sé que, a la vuelta, varias cosas estarán diferentes, incluso nuestro punto de vista. Debo reconocer que tengo miedo, pero en este momento tengo más intriga y ansiedad. Espero encontrarme con gente que, cuando tenga la vista tapada, pueda seguirla con seguridad y también me sorprenda.

miércoles, 15 de julio de 2009

Principio




Comienza con una partida. Mi propia partida sin morir, a menos que se caiga el avión o me agarre la gripe A camino a mi nuevo hogar, que queda en Pennsylvania. Este será mi espacio para escribir, pensar, soñar y llorar en español. Serán nueve meses de destete, desarraigo y mezcla de tristeza y alegría. Extrañaré, lo prometo.




PD: mi foto de perfil en Facebook, que me caracteriza a la perfección (siempre con bichos).